Busco un lugar de privilegio dentro de mi casa...

y comencé a buscar departamento. El que haya experimentado de qué se trata pensar en metros cuadrados, hacer las mismas preguntas inevitables y, sobre todo, sentir la angustia que cubre las paredes de estas cajas de zapatos, donde se supone un presunto hogar, sabe quenada está más lejos de sus expectativas... "Está cerrado hace tiempo", se excusan los dueños.
La primera oferta vino de San Telmo, y era justamente éste. Por cómo está el mercado y los precios haciendo juego, era un hallazgo. Fue una verdadera decepción.
Ahora que ya conseguí otro, mi (todavía) casa es una tienda de gitanos: cajas desarmadas, placares a medio vaciar... Ahora miro debajo de la cama, con la cabeza colgando y aparece una moneda de Banco do Brasil(?)