flashaz
Entre las chicas depiladoras del primer piso de medrano casi corrientes existe algo así como un decálogo de lo políticamente correcta dentro del box. Casi desnudas y a disposición de una extraña a la que le confiamos al menos no nos va a quemar vivas, un poco de osadía sería esperable. Pero no, el cavado siempre "hasta ahí", y acompañado por la conversación de angie y su perro en el PB de almagro que su marido no quiere renovar el alquiler; o sandra y sus salidas de sábado a la noche por la zona de boliches de San Miguel, casi como tomarse el tren para esperar sentada que una clienta llegue a arrancarse el vello. Escuchar repetidamente "¿De qué trabajás? ¿Vivís cerca? ¡¿Te pasaste la maquinita?!!" puede ser un embole. Pero la mirada morbosa y risueña mientras aprieta los moretones y agrega "¿vos tenés novio?" fue suficiente para no volver. En la desesperación encontré a Chicha, grande Chicha. Sabe concentrarse en que "todo" salga bien y pronto. No habla, tira con la seguridad de haber visto muchas piernas, muchos cuerpos y no tener necesidad de comentar nada. Cada una con el que le tocó y listo, veinte pesos y chau querida.
1 Comments:
Las venas de la city. cortame las venas
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