Clara mañana de viento
Enseguida pensé en Syd Barrett
aunque era otro muchacho
menudo de ojos miel, despeinado
por el verano notable.
Mi libertad me permite estas,
iba a decir libertades,
pero debería buscar
otra palabra.
Esa mañana salí de casa
y encontré dos patrulleros.
El portero miraba serio
con su hijo menor de la mano.
Y en la planta baja, la puerta abierta
del departamento A
Estaba apurada,
miré al espejo del hall,
guardé las llaves...
quedaron los autos
estacionados en doble fila.
1 Comments:
ah si! aprendí!
march extraño tus poemas.
este ya lo conocia y me gusta.
quiero mas!
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